Antes de comenzar, es casi obligatorio que el lector conozca a la persona detrás de mundos tan misteriosos, ni la mente de Quiroga se pudo haber inventado una historia más extraordinaria que la de sí mismo. Al leer su vida uno entiende las motivaciones de este enigmático personaje de las letras latinoamericanas. Dejo el siguiente enlace para que no vean que no los engaño. Soy cuentero, pero no tanto: Horacio Quiroga: la realidad a la par de la fantasía
¡Que no los engañe el nombre como a mí! Quiroga no se aleja
en este libro de sus amados escenarios selváticos o provincianos, al contrario,
reafirma que su corazón está en la selva junto aquel niño de su cuento El hijo . Entonces, ¿por qué ese
título para la obra y para un cuento que sucede en un ambiente verde? En los
once cuentos que integran el libro, predomina una atmósfera de soledad o de
vacío, los personajes deben enfrentar a sus demonios en el desierto de su alma
y probarse ante la adversidad de un mundo seco. Otra interpretación que yo le
doy, la saco de una de mis antologías favoritas; Supernaturalia, en una parte nos dice que en el desierto no hay
nada, así que es el lugar donde todo puede ocurrir, ahí los leones y los tigres
son humanos y los espectros conviven con los vivos.
La primer historia le da el nombre al libro. Nos relata la
historia de un padre viudo que ha tenido que aprender a hacer muchas cosas para
sostener a sus hijos, los infortunios llegan a la casa con el piquete de un
bicho que provoca dolores horribles en el pie del protagonista. Una historia
que primero nos hace reír y encariñarnos con los personajes, para al final
arrebatarnos de una manera anunciada, pero dolorosa, a uno de ellos. Si bien no
es mi favorito de la lista, sí me encanta la manera en que se describen los
escenarios.
“El Peón” es un retrato de la vida en la periferia, los
personajes se vuelven tan carismáticos que uno cree que en cualquier momento la
historia acabará con una jugarreta del
increíble Olivera. Pero este es el universo Quirogano, así que lo enigmático
está presente al final…
“La conquista” es inteligente, pero no me logró atrapar,
sinceramente esperaba algo más de lo que Horacio Quiroga acostumbra: lo
inesperado. Este abre un apartado a las historias de amor, tenemos además a
amantes espectros que ven películas, un amor imposible por la edad en el que
ambos deciden negarse hasta que uno comete un error que le impide ser feliz, y
otro donde un desdichado quisiera estar muerto para encontrarse con aquella
mujer que vio en el limbo. Ahí tenemos nuestro desierto humano, nuestro vacío
emocional.
La tercera parte nos habla de lo que somos, de lo que la
esencia nos hace y el como la traicionamos creyendo buscar lo que es mejor y
más cómodo para nosotros, por eso nos encontramos en las páginas con leones que
se han civilizado, hombres que piden a Dios más de una oportunidad, tigres que
se vuelven niños y animales que por querer forjar su patria terminan
destruyéndola.
Si bien, no es la mejor obra de Horacio Quiroga, si
representa un gran ejercicio y hasta una buena forma de introducir a los
pequeños al gran mundo del autor. No llega a estar a la par de La gallina
degollada o Cuentos de la selva, pero son un bocadillo perfecto para llevarnos
de viaje al desierto, es decir, al interior de nuestras soledades y miedos.
Como narrador oral siempre hay autores que tenemos
indirectamente prohibido narrar: Borges, Bécquer, algunas cosas de Cortázar y
otras de Quiroga, esto se debe a que la belleza, si bien está en la historia,
se encuentra más presente en el cuerpo escrito del relato. Por fortuna estas
historias son ligeras y entregan mil posibilidades para ser presentadas con
todo y simbolismos.
Muy buenas observaciones de nuestro cuentero. Saludos.
ResponderBorrarInteresante. Por tu comentario creo que es un buen libro. Me llama la atención en especial la tercera parte.
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