EL ZARCO      (8.0)

Ignacio Manuel Altamirano

El Zarco es una novela del escritor, periodista y maestro mexicano Ignacio Manuel Altamirano. Fue escrita entre 1886 y 1888 y publicada en 1901, ocho años después de la muerte de su autor. La novela describe principalmente el romance y las aventuras del personaje que da su nombre a la obra y que lidera un grupo de bandidos denominados Los Plateados.

Transcurre entre los años 1861 y 1862, se desarrolla en Yautepec, Morelos. En aquella zona la gente era buena, tranquila, amante de la paz, pero vivían atemorizados por una banda de forajidos que habitaban la región: LOS PLATEADOS.

Manuela, una joven bella y blanca de apariencia desdeñosa, vive con su madre viuda, Doña Antonia, y es cortejada por Nicolás, herrero de profesión, a quien desprecia por su aspecto indígena y por el cual Pilar, ahijada de doña Antonia, está muy enamorada.

Manuela se enamora del Zarco, comandante de un grupo de bandidos con el que finalmente huye, pero más tarde descubre otras facetas de él, por lo que se arrepiente de haber huido y haber despreciado a Nicolás.

Cuando el Zarco se entera de la situación y comprende que Manuela está interesada en Nicolás, la trata muy mal y se propone asesinar a Nicolás. Mientras tanto, doña Antonia, enferma y muere, pero antes de morir le pide ayuda a Nicolás y a las autoridades para rescatar a Manuela.

En lugar de responder a la petición de auxilio, las autoridades apresan a Nicolás y lo encarcelan, es ahí donde este se entera de los sentimientos de Pilar, que está dispuesta a ofrecer su vida a cambio de la de él. 

Una vez libre y después de sepultar a doña Antonia, Pilar y Nicolás se casan. El mismo día de la boda, el Zarco es entregado, por su compañero El Tigre, que pretendía quedarse con Manuela, y capturado por Martín Sánchez Chagollán, un hombre dedicado a capturar a los bandidos, y sus hombres, quienes lo matan y luego lo cuelgan de un árbol. Finalmente Manuela enloquece y muere al pie del árbol donde está colgado el Zarco.

Altamirano nos muestra las formas de ser del alma humana: desde la codicia, la ambición, la falta de moral, la superficialidad hasta el verdadero amor, la humildad y el respeto. Te hace remontar a una época muy bella, en el ámbito de la naturaleza, de nuestro país y te hace desear haber vivido en ese tiempo, claro, quitando las guerras y el vandalismo provocado por ellas. Se me hace muy buena esta obra y la recomiendo, aunque advierto que es algo predecible su trama, pero, como muchos, tiene sus buenos momentos, sobre todo por el notable arte narrativo del autor, la agilidad, el interés de la acción y su estilo depurado y sencillo.