¡Silencio Romeo! Lo que el amor puede, el amor lo intenta (10)

¡Silencio Romeo! Lo que el amor puede, el amor lo intenta

La historia es la clásica que ya todos conocemos sobre Romeo y Julieta escrita por William Shakespeare, solo que en esta ocasión tuvo un pequeño detalle o para mí uno importante. La obra cobra vida en la corrala del mitote ubicado en el CENART siendo nuestra segunda visita cultural a este escenario.


Romeo y Julieta es la tragedia más conocida de la obra de William Shakespeare. Cuenta la historia de dos jóvenes enamorados que, pese a la rivalidad entre sus familias, deciden casarse a escondidas y vivir juntos. No obstante, una serie de fatalidades provocan que la pareja escoja el suicidio como única alternativa antes de vivir separados el resto de sus vidas.

En la obra de Romeo y Julieta encontraremos que: dos familias rivales de Verona (Italia), los Montesco y los Capuleto, no impiden que Romeo (de los Montesco) y Julieta (de los Capuleto) crean en el triunfo de su amor. Ambos deciden casarse en secreto pese a la oposición de sus familiares, quieres no toleran que los jóvenes amantes de Verona deseen pasar juntos el resto de sus vidas.
El detalle que mencione anteriormente y que hace destacar a esta interpretación de Romeo y Julieta es que dos de los actores eran sordo mudos lo cuál nos sorprendió bastante ya que los actores se comunicaban con lenguajes de señas mientras que otros actores simulaban su voz para que obviamente las personas que no son sordas entendieran.

Este detalle nos pareció de suma importancia ya que si nos ponemos ya que si nos ponemos en los zapatos de las personas con esta discapacidad llegamos a la conclusión de que no pueden disfrutar de eventos culturales de este tipo ya que leer los labios seria muy difícil para ellos y gracias a ideas como esta se les es posible disfrutarlo en su totalidad.

Al final de la obra pudimos aprender algo nuevo que los actores sordo mudos nos enseñaron y que en nuestra opinión muchos desconocen, los cual es que a los actores con esta discapacidad no se les aplaude sino que se les agita ambas palmas de las manos como símbolo de aplauso. Bien dicen que cada día.







"Ojos, mirad por última vez; brazos, dad vuestro último abrazo, y labios, que sois puertas del aliento, sellad con un último beso."